Imaginen que, durante la Alemania de Hitler, el Legislativo Alemán pase una ley contra los crímenes de odio en donde se castiguen con penas agravadas los crímenes basados en discriminación, sin especificar ni hacer referencia a la religión. ¿Se hubiera evitado el holocausto judío de haber pasado esta ley? Probablemente no.

El problema de generalizar y no especificar en una ley con nombres y apellidos a aquello que se protege, es que aquello que se protege queda a interpretación de la población, especialmente de aquellos que administran la justicia en el país. Si existe una población en la que el 80% siente aversión (como lo dijo Hitler), rechazo, u odio hacia un grupo social específico, ese ochenta porciento, incluyendo al 80% de jueces y fiscales, no considerarán que dicho grupo social está protegido por esta ley. Para esto, podrán citar argumentos irracionales de todo tipo, desde religiosos hasta pseudo-científicos. Argumentos que calarán y serán aplaudidos por la gran mayoría de la población.

Las poblaciones más vulnerables a los crímenes de odio en el Perú son las mujeres y la población LGTB. Para las mujeres se creó la figura del feminicidio en el código penal para protegerlas. Para la población LGTB, se creó la Ley Contra Crimenes de Odio. El día de hoy el legislativo peruano pasó dicha Ley de Crimenes de Odio pero quitó toda referencia a cualquier grupo social, todo esto bajo un contexto algo similar al mencionado a los parrafos anteriores. Para la población LGTB, que son los ciudadanos más vulnerable a los crímenes de odio, esta ley no servirá de nada.

Ahora que vienen las fiestas patrias, se me viene a la mente el disurso de José de San Martín: "Todos somos libres e independientes, por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende", y no me dejo de preguntar, que diferente hubiera sido la historia del Perú si la proclamación de la independencia hubiera sido "Todos los hombres y mujeres, sin importar raza, sexo u condición social, somos libres e independientes por la voluntad general de los pueblos y la justicia de su causa que Dios defiende".