Unión Civil: ¿En qué nos equivocamos?
En mi opinión se cometieron dos errores fundamentales. Comencemos primero repasando los últimos intentos de pasar leyes a favor de la población LGTBI. Primero se intentó pasar la Ley de Patrimonio Compartido de Carlos Bruce, y no pasó nada. Luego se intentó pasar la Ley de Unión Civil, y quieren pasar en su lugar una Ley de Patrimonio Compartido. ¿Se debió entonces intentar pasar la ley de Matrimonio Igualitario para que se nos de la Unión Civil?, muy probablemente sí. El primer error entonces, pudo ser que en realidad no se pidió lo justo, lo que corresponde. Quizás, si se quería una Unión civil, se debió haber luchado en primer lugar por el Matrimonio Igualitario.
El segundo error, en mi opinión, fue la forma bien intencionada pero muy ingenua, por parte de los impulsores en el Congreso de la Unión Civil, y en especial del Congresista Carlos Bruce, de negociar los derechos en dicha Ley tras bambalinas pensando que la homofóbia, a través de sus tres más "ilustres" representantes, haría que se respete cualquier acuerdo. No se aprendió de la experiencia, y no se tuvo claro que la homofobia es un sentimiento irracional, y la irracionalidad no conoce de acuerdos, no conoce de lógica, carece de honor, carece de palabra, carece de dignidad, y por el contrario, desviste de lógica, y despoja de honor y de dignidad a los más vulnerables. La homofóbia solo busca una cosa: que los no-heterosexuales no existan. Los homofóbicos más brutos buscan que los homosexuales no existan físicamente (es decir, matan), mientras que los más "cultos" buscan que no existan de otras formas. En el caso del Congreso, tenemos a un grupo de homofóbicos que han hecho suyo la labor de mantener en la invisibilidad jurídica a este sector de la población, declarándola inexistente y haciendo hasta lo imposible para bloquear cualquier intento de contrarrestar esto.
Entonces señores Carlos Bruce y bancada, basta de negociaciones, es más, yo ni si quiera tocaría el tema de la Unión Civil fuera de las sesiones de la Comisión con aquellos que están comprometidos a que su proyecto fracase. Aún está a tiempo de corregir el segundo error, no es demasiado tarde. Y no se olviden que el debate de esta Ley es parte de una guerra contra la homofobia, y para la homofobia y sus representantes, en una guerra, todo vale.